- NIEVES GONZÁLEZ SOLER (María)
- ROCÍO ASENCIO VICEDO (María)
- MARÍA ERADES VICEDO (Magdalena)
La Semana Santa de Aspe vuelve a cobrar vida a través de una de sus tradiciones más singulares y arraigadas: la representación viviente de Las Marías y Magdalena, un legado que une fe, historia y sentimiento popular, y que cada año es asumido con emoción y responsabilidad por jóvenes aspenses.
Las jóvenes aspenses que este año tienen en honor de representar a las Marías y Magdalena cumplen los requisitos estipulados en el reglamento interno de la Junta Mayor para este fin. Si se les preguntan desde cuando están apuntadas para representar estos papeles las tres coinciden en que sus madres se encargaron de apuntarlas siendo ellas pequeñas, y algunas de ellas han salido de Magdalena niñas en las procesiones de Aspe.
En las próximas semanas serán oficialmente presentadas al pueblo. Además, las tres participan de la Semana Santa de Aspe:
Nieves González (María) aunque actualmente no participa en ninguna cofradía, si lo ha sido de la Hermandad de la Oración en el Huerto durante muchos años. Cada año espera con ilusión la Semana Santa, ya que según afirma es muy diferente a las poblaciones vecinas, y que la calidad de las imágenes de nuestro pueblo nos ayudan a vivir con intensidad estos días.
Rocío Asencio (María), vive con gran emoción y sentimiento esta semana siendo costalera de Santa María Magdalena de la Hermandad y Cofradía de Ntra. Sra. Madre de las Angustias. Resalta con emoción las Cortesías del Domingo de Resurrección, y coincide en la singularidad de nuestra Semana Santa con los personajes vivientes que nos ayudan a entrar a vivir de cerca los últimos días de Cristo en la Tierra, o en la representación de “El Monte”.
María Erades (Magdalena) perteneció desde su niñez a la Hermandad de la Guardia Pretoriana y Madre Desolada, y actualmente es costalera de la Hermandad de María al pie de la Cruz. Destaca vivir estos días intensamente, y reconoce que su momento más esperado de la Semana Santa es el silencio la noche del Jueves Santo orar junto a Jesús en el Monumento, rememorando la noche de Getsemaní.
Ellas son las encargadas de dar vida a una tradición que hace distinguir a la Semana Santa aspense del resto de localidades, representando a María Magdalena y a María Salomé y la de Cleofás (Las Marías) que comienza con la escenificación del encuentro por la calle de la Amargura con “el Nazareno”, el Viernes Santo al romper el día y culmina el domingo por la mañana el encuentro con Jesús Resucitado, en la alegre “Mañanica de Pascua” de Aspe.
Las tres afirman que cuando tienen ocasión de hablar de la gran Semana Santa que tenemos, la cantidad de hermandades, de imágenes, de actos y tradiciones que tenemos en Aspe, «la representación de las Marías y Magdalena es algo totalmente nuestro y diferente al resto de pueblos». Ellas ven desde dentro cómo las cofradías y hermandades de nuestro pueblo trabajan con las ganas e ilusión por poder celebrar año tras año la Semana Santa.











